Era un pastor tan sordo
tan sordo,
que tenía un rebaño de orejas.
La lluvia sobre las piedras,
la lluvia sobre la hierba,
o la lluvia sobre el río,
el pastor lo oía todo, el tío.
Las ovejas oían por él
y él oía por el balido de sus ovejas.
-¡Beee, beee, beee!
Cuervo que grazna,
ciervo que pasa,
nube que truena,
todo lo oía desde su peña.
La verdad era
que el sordo pastorcillo
de cara de chorlito
y sabañón en la nariz,
llamaba orejas a sus ovejas
y era feliz.
Gloria Fuertes
8 comentarios:
Colorido tope otoñal, elegimos bien la ruta, y una poesía muy divertida.
Un abrazo.
Si, fue un acierto, el día también nos acompañó y quedó inmortalizado así.
Abrazos.
Otoño del bueno ...sólo faltan las ovejas de Gloria:))
Un beso.
¡Guau! Esos sí que son amarillos y verdes... a la enésima potencia.
Un beso
El otoño estaba en su punto, las ovejas se movieron a otro sitio y no salieron en la foto.
Besos
Preciosa postal Henar, muy apropiada y acertada, felicidades!!
Besos.
Gracias Minimal.
Very beautiful. I love your work!
Salute from the Netherlands,
http://dzjiedzjee.blogspot.com
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