jueves, 9 de noviembre de 2023

Tomando un refresco


 

Ahora ya no pinto tanto, pero he pintado bastante. De niña, muñecas con vestidos y peinados exóticos, luego me dio por retratar a los deportistas en momentos únicos, cantantes en torno a una hoguera y bailarines en discotecas con multitud de pistas.

Pinté a mis hijos el día de su comunión y a los amigos en las algarabías del pueblo.

Tuve una época abstracta de colores intensos y otra en la que el color se quedó como desvaído.

Entonces busqué efectos nuevos para adaptarlos a esa era tecnológica que atravesaba mi vida y descubrí un mundo aparte de paisajes nevados, retratos de animales, máquinas increíbles y cumpleaños felices.