Las flores tienen su lenguaje; el color blanco en una flor se asocia a la pureza, a los tiempos
futuros, lo que está por llegar.
La malva silvestre suele indicar que es apacible.
Esta retama amarilla es brillante y alegre como el sol del verano, ayuda a levantar
el ánimo y la risa, aunque también puede significar egoísmo.
Al fondo, el color de la naturaleza, es idóneo para mitigar tensiones, expresa
esperanza, juventud, deseo, descanso y equilibrio.