Hay momentos que no pueden esperar y cifras que no conviene decir.
La noche está preciosa y no apetece hablar de ambiente laboral.
Cartas de despido, amores que surgen en el camino. Zumo de pomelo.
Venimos al anochecer
de un camino enfangado,
la cara camuflada,
el susto a flor de piel.
Y no apetece hablar.
Es hora de cambiarse, salir y trasnochar.
Quedar con los amigos, cenar con un amor...y descansar.
Y no apetece hablar
el susto a flor de piel
la cara camuflada,
de un camino enfangado,
venimos al anochecer.
Y no es fácil contarte que lo he pasado mal
que quiero abrazarte y no mirar atrás.
Ahora no estoy fuerte, estoy harta de luchar
por mí, por ti, por los demás.
Yo no soy tan cobarde, pero no puedo más.
Ni soy tan peleona, mira, no puedo mas.
Ni tiro la toalla... tengo heridas que limpiar.